Cuando Julia me pidió ilustrar esta historia, yo acababa de perder a mi madre por coronavirus… Así que lo sentí como un regalo para ayudarme a asimilar y superar la situación. Además la idea de ayudar a otras personas, siempre es un motor para mi.
Se trata de una historia que narra cómo un niño hace frente a la muerte de un ser querido, en medio de la pandemia mundial del coronavirus.
Su abuela le ayuda a entender y gestionar todas las emociones que le vienen al enterarse de la noticia y le ofrece la posibilidad de que la muerte no implica el final de la existencia.